La farmacia Fronkonstin perfecta
Érase una vez una farmacia en la que, por más esfuerzos humanos, económicos y de todo tipo se realizasen, no llegaban a dar los resultados esperados.
Era una farmacia tradicional ubicada en una zona empresarial, que contaba con numerosos pacientes habituales.
Un día, el titular decidió implantar un proceso de puntos por comprar. Esta decisión fue tomada a causa de los consejos de su mejor amigo de la facultad, el cual ya lo había implantado con éxito.
Por la farmacia pasó un delegado de laboratorio que le ofreció un estudio para derivar las compras hacia su vademécum.
Su cooperativa le proporcionó un estudio comparativo de su farmacia con otras y los laboratorios que más aceptación tenían.
Tras el esfuerzo del equipo por:
- Cambiar de laboratorio unas moléculas a los clientes a los que les gustaban sus cajas anteriores.
- Dar de alta a los clientes a velocidad del rayo para poder gestionar el programa de puntos.
- Intentar vender los productos que el titular sabía que funcionaban bien.
¿Qué más tenía que hacer? Nada mejoraba la rentabilidad, ni el ticket medio, ni vendía más y encima cada vez el valor del inventario era mayor .
Había que pensar algo diferente… ¡Ya está! La farmacia no tenía presencia digital, pero eso era fácil de solucionar. La pareja del titula contactó con la empresa del hijo de un compañero (si, un poco jaleo) para que les llevasen las redes sociales y la web.
Dicho y hecho, les mandó el brefing (tuvo que aprender lo que significaba el palabroto, claro) y varias imágenes de la farmacia (con equipo, sin equipo, de la fachada, del rincón ese monísimo, del mostrador, de los laboratorios que trabajaba…), con toda la información le crearon una landing y una página en las redes sociales más populares.
Y… ¡Sorpresa! No obtenía likes, ni seguidores, ni engagement… Nada de nada.
El titular no desistió. Cambiaba el escaparate, hacia carteles de mil y una ideas… ¡Enhorabuena! Había conseguido la Farmacia Fronkonstin perfecta.
¿Por qué es una farmacia Fronkonstin?
Porque está construida a trozos. Se trata de buenas ideas pero que no están orientadas a las necesidades de su farmacia, no siguen una estrategia correcta, no dan resultados en su conjunto… Están invertebradas.
Esto es un caso real. Un compañero de una farmacia se puso en contacto con nosotros para que le ayudásemos con el programa de fidelización, ya que contaba con uno de una empresa cuya base de datos la gestionaban terceros.
Además, sus campañas y comunicaciones eran iguales a las de otras farmacias, no trabajaban con los laboratorios que comunicaban, sus productos estaban orientados a perfiles de clientes diferentes al mayoritariamente suyo… Un poco caótico.
Al profundizar un poco, no salíamos de nuestro asombro. Tenía de todo con 5 proveedores de consultoría diferentes que no se comunicaban entre ellos, cada uno con su estrategia y visiones distintas de la farmacia.
Exacto, se trataba de la farmacia Fronkonstin perfecta. Todas eran grandes y buenas ideas pero como una marioneta, donde cada hilo tiraba para un lado con la mejor intención.
¡Pero todo puede rectificarse! Y sin grandes cambios, obtener resultados.
¿Qué hicimos? ¿Cómo retomamos y unificamos las estrategias?
No aceptamos definir un nuevo programa de puntos ni de fidelización, por lo que nos habían contactado en un principio.
En su lugar le propusimos crear un tejido conector entre cada uno de sus consultores o proveedores de servicios.
Creamos, junto con el titular, una estrategia de que es lo que quería conseguir con todo aquello y a quién quería dirigirse en primer lugar.
En pConsultores actuamos de “cemento”, dimos consistencia y forma a las ideas de todos (todas buenas) pero marcamos un objetivo y un camino común a recorrer. Podría ser bueno o malo, pero al fin era el camino de su farmacia.
Conseguimos tener el surtido que diese respuesta a sus clientes, minimizamos el almacén sin rotación, trabajamos solo las redes sociales adecuadas, dimos mucho peso a la geolocalización de Google, definimos perfectamente la fidelización y la controlábamos desde la farmacia, orientando nuestras comunicaciones directamente al cliente y a su interés.
En resumen, hicimos de un traje de retales una pieza a medida de alta costura con resultados espectaculares.